Certa vez li num blog uma história que podia muito bem ser a minha. [Acho até que era.]
Retribuo agora, lisonjeado e pensativo, a menção. É história minha, mas podia muito bem não ser.
Soneto LXX
Tal vez herido voy sin ir sangriento
por uno de los rayos de tu vida
y a media selva me detiene el agua:
la lluvia que se cae con su cielo.
Entonces toco el corazón llovido:
allí sé que tus ojos penetraron
por la región extensa de mi duelo
y un susurro de sombra surge solo:
Quién es? Quién es? Pero no tuvo nombre
la hoja o el agua oscura que palpita
a media selva, sorda, en el camino,
y así, amor mío, supe que fui herido
y nadie hablaba allí sino la sombra,
la noche errante, el beso de la lluvia.
(...)
ResponderExcluiramor divinizado q se acerca
amor devinizado q se vá...
(...)
Una noche se acuestan con la muerte
en el lecho del mar...