Divido as fazes da minha vida em bandas e autores. Sempre um e outro. Sempre um ao mesmo tempo que o outro. Mas houve uma vez dois verões em que eu li Neruda. E naqueles verões e não toquei nada. Nada poderia ser mais musical que um chileno apaixonado. Em vez de tocar eu escrevia poesias na areia entre as ondas e as dunas. A solidão me partia em dois e eu não tive opção a não ser aprender a me reconstruir mais rápido do que me desmonto.
De las estrellas que admiré, mojadas
por ríos y rocíos diferentes,
yo no escogí sino la que yo amaba
y desde entonces duermo con la noche.
De la ola, una ola y otra ola,
verde mar, verde frío, rama verde,
yo no escogí sino una sola ola:
la ola indivisible de tu cuerpo.
Todas las gotas, todas las raíces,
todos los hilos de la luz vinieron,
me vinieron a ver tarde o temprano.
Yo quise para mí tu cabellera.
Y de todos los dones de mi patria
sólo escogí tu corazón salvaje.
por ríos y rocíos diferentes,
yo no escogí sino la que yo amaba
y desde entonces duermo con la noche.
De la ola, una ola y otra ola,
verde mar, verde frío, rama verde,
yo no escogí sino una sola ola:
la ola indivisible de tu cuerpo.
Todas las gotas, todas las raíces,
todos los hilos de la luz vinieron,
me vinieron a ver tarde o temprano.
Yo quise para mí tu cabellera.
Y de todos los dones de mi patria
sólo escogí tu corazón salvaje.
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